Me declaro nómada de tu piel
que camina de poro en poro
para trazar las rutas
que me hagan llegar a ti
con esta declaración de altamar.
Me declaro náufrago
esperando a ser rescatado
por el ancla de tu cadera
que no teme a ser alzada.
Benditas sean las horas
en las que divago en tu imagen
buscando refugio
en la tormenta de tu deseo.
Que bajen de tus hombros los tirantes
que se eleven tus manos por encima de tu cuello
y que luzcan las razones
por las que me declaro insomne.
No he de buscar razones para escribirte, mujer
pero sí para tratar de describirte
que en estas letras
eres tempestad.
Si tu cuerpo estuviera dibujado
en el mapa mundi
me la pasaría pensando
en el siguiente lugar para tocar(te).
Ojalá tus ojos fueran borda
para que me tiren por ella
y caer en el eterno amanecer
que llevas en tu piel.
No sé navegar
pero improvisar en tu piel
se me da muy bien
cuando tú eres el destino.
No sé cuantas tormentas nos falten
pero con tus lunares
ningún huracán
será impedimento.
Me declaro nómada de tu piel
que camina de poro en poro
para trazar las rutas
que me hagan llegar a ti…
Declaración de altamar.
Alejandro Carcaño – Un psicoanalista.