Se nos va a acabar la vida

Y entonces… Se nos va a acabar la vida Cuando nacemos es el mejor momento de nuestras vidas. No importa las condiciones en las que naces porque simplemente no lo recordarás nunca. Al paso de los meses empiezas a demostrar la naturaleza del ser humano que no es otra más

Y entonces… Se nos va a acabar la vida

Cuando nacemos es el mejor momento de nuestras vidas. No importa las condiciones en las que naces porque simplemente no lo recordarás nunca.

Al paso de los meses empiezas a demostrar la naturaleza del ser humano que no es otra más que la de ser independiente. Empiezas a caminar y dejas de buscar aquel seno que te alimentó durante tus primeros días para ahora llevar la comida con tu propia mano.

Entras a la escuela y ya eres un ser más pensante que ayer. Descubres el amor en aquella niña que te sonríe cálidamente, pero tú no lo entiendes, ¿qué es ese revoloteo? A estas alturas no lo sabes, pero es lo que pasarás buscando la mayor parte de tu vida y uno de los principales motivos por los cuáles perderás el tiempo.

Pasan los minutos, las horas y los días y no te das cuenta de nada. Las primeras imperfecciones salen en tu cara, tienes cambios de humor que tú no comprendes. La primera vez sucede y piensas que quieres una segunda, tercera…

Y las que sean necesarias.

Conoces los amigos, las decepciones amorosas que en esos tiempos no serán más que pequeñas pruebas de lo que puede llegar a ser una emoción. Un sentimiento que compartirás con alguien más, y que de nuevo, perderás la mayor parte de tu vida buscándolo.

Creces y con ello vienen tus primeros pesos ganados con el sudor de tu frente. Te crees invencible. Lo sé. Pero en el mundo no eres más que un pequeño ser lleno de defectos que hasta ahora te siguen afligiendo. Las mujeres van y vienen y para ti no son más que una experiencia sexual más, y muy seguramente, uno de los principales motivos por los cuáles perderás al amor de tu vida, y en ocasiones, el tiempo tratando de recuperarla.

Hasta ahora piensas que todo va bien. Pero de repente, sucede. El amor ha llegado a ti y regresa con todas esas experiencias que viviste antes pero ahora con un nuevo sentimiento. El de tener sexo, pero con amor. El de dar todo, pero con amor.

El de ser tú con alguien más, pero con amor.

Y entonces explotas y das todo hasta que uno, dos tres y boom. A ella no le ha gustado tu impulso, tu cursilería.

Te embarcas en un mar de whisky, cigarros, noches de insomnio y de soledad. ¿Lloras de decepción, de tristeza, de ira, de coraje? No, carajo. Lloras por no encontrar explicación a ninguna cosa. Y por ninguna me refiero a que tu cerebro no logra interrogar las situaciones que te pusieron frente a una persona que huyó cuando le demostraste todo.

Y entonces se te va la vida escribiendo historias que pensaste que nunca nadie iba a leer. Y se te acaba la vida buscando algo que jamás va a volver. Te fumas cigarrillos sin saber la razón, te bebes whisky como si fuera agua, y se te va la vida.

Y entonces…

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