Séneca decía: Si una persona no sabe hacia qué puerto navega, ningún viento es favorable”.
Despertar y saber lo que queremos hacer en nuestro día nos ayudará a alcanzar nuestras metas y destino.
Para esto podemos apoyarnos de una guía escrita de nuestros objetivos diarios.
Además de incluir lo que queremos, podemos tomar lista de las cosas que NO permitiremos, lo que NO queremos.
Establecer lo que no queremos, lo que no nos ayudará de nada, lo que nos estorba, lo que nos restará energía. Como lo son las envidias, los rumores, los chismes, el «qué dirán».
Crear esta lista nos ayudará a crear un compromiso con nosotros mismos, y además la puedes nutrir día a día con nuevas experiencias, con notas de lo que te pasó o un suceso que te hizo sentir bien o mal, por ejemplo, aprender a distinguir de las críticas destructivas de las constructivas. Aprender a filtrar lo que nos suma de lo que nos resta.
Este día comienza con la posibilidad de tomar esta idea para aprender día a día de ti. Va a haber días buenos y días malos, ¿y qué? A esto venimos: A aprender, a vivir, a disfrutar de la tormenta para disfrutar de la calma.
Algunos entristecen y se quejan de la lluvia por lo nostálgico y grisáceo que se torna el cielo, otros prefieren prepararse un café y disfrutar del fresco y otros tantos más, prefieren poner cubetas para guardar el agua para las plantas.
¿Tú qué vas a hacer hoy ante la lluvia que se te presente inesperadamente?
Hay que aprovechar las situaciones difíciles de la vida para aprender, en lugar de quejarnos aprendamos a vivir con lo que tenemos.
La felicidad nunca será permanente.
Luchar por alcanzarla día a día o quejarnos por no tener lo que queremos puede que nos resulte en una decepción permanente.
El estoicismo es una escuela filosófica que fundó Zenón de Citio que se basa en el dominio de las pasiones y una vida basada en buscar la felicidad por medio de la razón. Séneca formaba parte de esta escuela.
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