Si también eres fan de Gustavo Cerati habrás escuchado esta frase en su canción «Adiós», y es por eso que en este episodio te hablaré del desapego.
«Alejarse de la especie por algo superior no es soberbia, es amor».
Gustavo Cerati
¿Qué es el desapego?
Para poder crecer a nivel personal y espiritual es necesario pasar por el desapego para alcanzar la felicidad. También significa ser capaces de liberarnos de las zonas de confort para dejar de necesitar o depender o vivir con miedo a perder algo que creemos querer con exceso.
No solamente sufrimos por personas. Hay otras cosas como el trabajo que también nos hacen sentir esto.
Las leyes del desapego
Las leyes del desapego son 4:
- Eres responsable de ti mismo
- Vive el presente: Acepta y asume la realidad
- Promueve tu libertad y permite ser libres también a los demás
- Asume que las pérdidas van a suceder tarde o temprano
Primera ley del desapego: Eres responsable de ti mismo
Esta primera ley invoca un principio básico de crecimiento personal: la responsabilidad. Pensemos en ello: nadie va a retirar por nosotros cada piedra que encontremos en el camino. Al igual que nadie va a respirar por nosotros ni se ofrecerán voluntariod para cargar nuestras penas o dolores.
Cada uno de nosotros somos artífices de nuestra propia existencia. Y algo así implica valentía. Significa que debemos desapegarnos de las opiniones ajenas, de la necesidad de ser validados, de esperar la aprobación de los demás para seguir adelante con nuestras decisiones, sueños o proyectos.
Y algo muy importante: No pongas en el bolsillo de los demás tu propia felicidad.
Somos personas libres, listas para crear el destino que creamos conveniente.
Segunda ley del desapego: Vive el presente, acepta, asume la realidad
En esta vida, nada es eterno, nada permanece, todo fluye y retoma su camino tejiendo ese orden natural que tanto nos cuesta asumir a veces. Las personas estamos casi siempre centradas en todo aquello que ocurrió en el pasado y que, de algún modo, se convierte ahora en una dura carga que altera nuestro presente.
Tercera ley del desapego: Promueve tu libertad y permite ser libres también a los demás
Asume que la libertad, es la forma más plena, íntegra y saludable de disfrutar de la vida, de entenderla en toda su inmensidad.
Desapego no es cortar vínculos o establecer lazos marcados por la frialdad emocional. Todo lo contrario. Estamos ante una dimensión donde aprender a limar miedos para amar de forma más auténtica y respetuosa. Es saber dar y permitirnos recibir sin presiones, sin necesidades ciegas, sin ansiedades o con el eterno temor a ser abandonados. Es preferir sin necesitar al otro.
Cuarta ley del desapego: Asume que las pérdidas van a sucederse tarde o temprano
En toda corriente budista y espiritual está presente la idea de la impermanecia. Hablamos de esa dimensión donde estamos obligados a entender «sí o sí» que en esta vida nada perdura, que nada puede contenerse eternamente.
Las relaciones e incluso las cosas materiales, cambian, maduran, y a menudo hasta terminan desvaneciéndose. Asumamos por tanto la idea del cambio, la ausencia e incluso la pérdida como una ley vital a la que no podemos cerrar los ojos.
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