#JusticiaParaDiana: Cada dos horas, una mujer muere en Latinoamérica por el simple hecho de serlo. El feminicidio es la expresión más dramática de la violencia de género en la región.
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que el asesinato de Diana Raygoza Montes, quien tenía 21 años de edad y era estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Nayarit, se investiga como feminicidio, tras las primeras diligencias realizadas.
En redes sociales, personas se manifestaron y expresaron su inconformidad y sentimientos con la etiqueta #JusticiaParaDiana.
#JusticiaParaDiana: En México asesinan a 7 mujeres cada día.
Me quitaron la vida en un abrir y cerrar de ojos, me hicieron 39 heridas en mis partes íntimas, abdomen, cuello y cráneo. Me dejaron semi desnuda y mi agresor rayó en mi pared las iniciales “S.F” con mi sangre. Lo digo yo, porque Diana ya no puede. #JusticiaParaDiana pic.twitter.com/LZsYYr7bN4
— Itzel Díaz (@_karlaitzel_) May 26, 2020
«Lo que no se nombra, no existe»
Marcela Lagarde, Antropóloga mexicana.
Fue en 2014 cuando La Real Academia Española incorporó en el diccionario la palabra feminicidio: “ Asesinato de una mujer por razón de su sexo”.
#JusticiaParaDiana y Feminicidios en México: Ser mujer significa tener más probabilidades de morir en manos de un hombre por el simple hecho de ser mujer. Para ser preciso, mueren 7 por día.
En 2008 la abogada Karla Michel Salas litigó en el primer caso de feminicidio que fue discutido en la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2008, donde se responsabilizó al Estado mexicano por los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez.
Irónicamente, Chihuahua fue el lugar que puso la palabra feminicidio en el mapa latinoamericano y también el último en tipificarlo como delito.
Pero no basta solamente una ley.
Hacen falta autoridades que no solo se jacten de ser los que tienen los pantalones para dirigir un estado. Esos gobernadores deben garantizar la seguridad en sus estados. No les corresponde aplicar directamente la ley, pero sí establecer las condiciones para que las mujeres puedan salir sin miedo. Ellos son los responsables.
Y también, son responsables aquellos que conservan pensamientos burdos, banales, ridículos, machistas y misóginos. Porque esos sujetos despreciables creen que el cuerpo de las mujeres les pertenece. Que por el cómo visten pueden decirles, pensarles y hacerles lo que su prehistórico cerebro les diga.
Este capítulo también va por Daniela, Ingrid, Abril, Ana Lizbeth, Denisse, Karina y todas esas mujeres que hoy ya no están físicamente con nosotros, pero inspiran, obligan y empujan a seguir exigiendo.
Diana quería ser abogada penalista. Ella no estaba fuera de casa. Tampoco vestía “provocativamente”. Diana estaba en casa cumpliendo la cuarentena.
Esta guerra solamente la ganaremos si nos unimos entre todos.
Si alzamos la voz frente al acoso en el transporte, si denunciamos al que difunde fotos sin consentimiento, si le ponemos un alto a la violencia de género.
Alza la voz y marca la diferencia.
Hace unos meses fuimos testigos como en pleno Día de la Mujer al menos 11 mujeres fueron asesinadas.
Esta lucha no gira en torno a las muertes de los hombres. Esta lucha gira en torno a la ignorancia con la que han sido abandonados los nombres y los cuerpos de las víctimas que mueren diariamente por el hecho de ser mujer.
Porque independientemente de cómo vistan, en el metro las acosan. Porque sin importar su edad, en sus hogares abusan de ellas Porque nada justifica la violencia.
Como hombres debemos hacer un cambio para dejar de pensar que ellas son un objeto. Porque nunca nos pertenecieron.
Debemos admitir y reconocer su libertad. Tenemos que reconocer sus derechos. Debemos respetar su lucha y dejar de quejarnos de que hay “formas” de exigir.
El silencio y el pacifismo no han dado resultados. Se quejaron en su momento de la forma en la que se manifestaron. Pero esta violencia no es nueva. Hace más de 10 años Ciudad Juárez era un infierno para las mujeres de Chihuahua. Recordemos cómo en Nuevo León han subido los índices de violencia contra la mujer desde hace más de 3 años.
Recordemos que ninguna guerra se ganó con charlas tomando café. Y si es necesario que ellas exijan seguridad y respeto marchando y coloreando el agua de las fuentes de rojo, siempre será válido.
Porque la violencia con la que las acosan despertó su coraje. La violencia con las que mueren asesinadas despertó su espíritu. La violencia con la que abusan de ellas despertó a los millones de mujeres en todo el mundo que hoy exigen los mismos derechos que gozas como hombre.
Datos de violencia de género:
5,934 hombres asesinaron a una mujer en 2019, es decir: Ellos mataron a 16 niñas, jóvenes, ancianas o mujeres adultas por día.
123 por semana.
Y 494 por mes.
Y esos mismos hombres asesinaron a por lo menos 35 mil 645 varones en el mismo periodo de tiempo.
La diferencia: A ellos los matan con un arma de fuego, a ellas estranguladas, acuchilladas, golpeadas, mutiladas, violadas. A ellos los matan desconocidos y sus “enemigos”, a ellas sus novios, esposos, familiares, amigos y ex parejas. Personas que dijeron amarlas, y los desconocidos también.
A ellos los matan en la calle, a ellas dentro de sus casas donde se supone deberían estar seguras, algunas otras como Diana, fueron asesinadas mientras cumplían la cuarentena.
Jamás ninguna palabra expresará suficientemente el dolor, el coraje, la impotencia y la frustración de ver una mujer más en la lista de feminicidios.
La lucha continúa y espero no te detengas por alcanzar esta libertad. Porque 51% de mexicanos no saben que quiere decir, y muchos menos que se trata del asesinato de una mujer por el hecho de ser mujer.
Porque todavía hay varones que consideran a la mitad de la población como entes de su propiedad, sujetos desechables, carentes de derechos humanos o seres de segunda categoría.
Llegar a casa sana y salva no debería de ser un logro.
Debería ser normal.
Te quedaste en casa para cuidarte, y terminaste asesinada por un hombre.
Descansa en paz, Diana.
Diana ya había denunciado en 2019 una primera agresión en plena vía pública.
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