Dejémonos de cuentos…

¡Dejémonos de cuentos! Si no te hablan es porque no le interesas. ¡No hay más! Abre los ojos y deja de ser plato de segunda mesa.

Dejémonos de cuentos.

Si un hombre no te llama, es porque no quiere llamarte. O si no te invita a salir, es porque no quiere verte.

¿Te trata como si fueras un comino? Es porque de ese tamaño le importas.
Si traiciona, es porque no le gustas lo suficiente…

¿Te dejó ir? ¡Ve las señales! ¡Es obvio que no quiere estar contigo!

Es que no estoy listo, tú eres la mujer de mi vida pero, es que ahora no es el momento, es que no sé, es que tengo que organizar mi vida, es que sí pero no, es que, es que, ¿Es qué? ¡¡¡Es que no quiere!!! Vivimos probreciteando a los hombres y siguiéndoles su jueguito de confusión y victimación porque “pobrecitos, el que me ama pero yo lo entiendo”.

Dejemos una cosa clara: Cuando un hombre quiere estar con una mujer, ¡Está! Así de fácil. Sin tantos enredos, sin tantas mentiras, sin tantas excusas. Cuando un hombre se derrite por tí, puede que le de miedo, claro que sí, pero lo enfrenta porque no va a arriesgarse a perderte.

Deja de ser tan Madre Teresa de Calcuta, justificándole cada rechazo, cada desplante y cada excusa.

Ponte TÚ en un primer lugar y dejémonos de cuentos.

No necesitas a alguien que no sabe lo que quiere, que no ve lo mucho que vales, que no ve todo lo que puedes aportar a su vida.

Por favor, no quieras intranquilidad, dudas y desprecio envuelto en explicaciones sin sentido. Tú mereces, MERECES un hombre que sepa qué tiene al frente, que te valore y se esfuerce cada día por tí.
Deja ya de romperte las uñas por algo que probablemente no va a ser tan bueno como tú piensas y date la oportunidad de recibir todo lo que mereces con un hombre que si te quiera.

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RECUERDA: No existe hombre asustado o confuso. Tampoco existe hombre trágicamente afectado por el pasado, ni hombre necesitado de ayuda. Los hombres se dividen solamente en dos categorías: lo que te quieren y los que no.

¡Todo el resto es una excusa!

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