Mientras algunos creen que el COVID-19 es obra de las «Élites», otros se ofrecen para contagiarse de este virus para encontrar una vacuna.
Tal es el caso del enfermero español Joan Pons, quien de manera voluntaria ha permitido que se le inocule el virus para ayudar a que la ciencia encuentre una vacuna contra el Covid-19.
Joan Pons vive en Reino Unido y trabaja con enfermos de Covid-19. Recibió una invitación por parte de la Universidad de Oxford para convertirse en una especie de «ratón de laboratorio»; los investigadores inocularon el virus en él para poder estudiarlo de manera controlada.
Como parte de la Fase 3 de pruebas, la Universidad de Oxford aplicó a voluntarios, todos trabajadores sanitarios de primera línea, una dosis del fármaco que podría ser la vacuna contra el Covid-19.
Luego, de forma aleatoria se les suministró una dosis de coronavirus o un placebo.
El enfermero explicó que en su lugar de trabajo hay varios voluntarios probando del estudio, pero que hasta el momento de la entrevista que dio a CNN, ninguno había presentado síntomas de la enfermedad, «lo que podría ser una buena señal de que la vacuna funciona».
COVID-19: Estoy cansado de la enfermedad
Joan Pons, declaró que su principal motivación para participar en este estudio, fue la intención de ayudar a que la vacuna contra el coronavirus se vuelva una realidad pronto, pues afirma que «está cansado» de la enfermedad y que está viviendo la etapa más difícil de su carrera, pues «la vida de sus pacientes se le escapa de las manos».
Finalmente, el profesional de la salud se mostró muy positivo y dijo que espera que la vacuna pase todas las pruebas pronto. También dijo que con las pruebas actuales, la comercialización podría «comenzar en octubre y llegar a todo el mundo en diciembre».
»Estoy harto del coronavirus, quiero volver a tomar control de mi vida y que la gente pueda vivir sin el temor de quién va a ser el siguiente al que le toque el Covid-19″
Joan Pons. Enfermero
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