No sé como puedes imaginar que sería capaz de vivir sin ti, si durante las noches lo último que pasa por mi cabeza eres tú, y de igual forma, al amanecer.
Quiero que sepas que no existe piel que se compare con la tuya, ni tampoco mirada que me haga perder los sentidos como lo haces tú y si la hubiera, rechazaría cualquier invitación a cruzar contacto visual.
Aprecio cada momento y cada lugar que he visitado junto a ti, cada copa de vino y cada canción que he cantado junto a ti, atesoro con recelo cada caricia de la que he sido víctima y cómplice.
Me escribo entre líneas para estar contigo noche y día, para encontrarme entre tus labios estés o no estés, para saber si la vida después de ti tendrá algún sentido, para hacernos eternos y perpetuos.
Aún no te vas y sé que extrañaría de ti cada paso al despertar, cada gota de la regadera que goza de tu cuerpo por las mañanas, extrañaría cada respiro, de esos tan profundos que das al dormir a mi lado.
Si por mi fuera, daría la mitad de mi vida para estar media eternidad junto a ti.
Si por mi fuera, daría toda la vida para poder estar un minuto junto a ti.
No sé como puedes imaginar que sería capaz de vivir sin ti, si durante las noches lo último que pasa por mi cabeza eres tú, y de igual forma, al amanecer.
«No puedo vivir sin ti».
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