Nadie es infiel por presión. Quien es infiel, sea hombre o mujer, es porque le gusta, eso le da placer. Y jamás el daño que te provoque se lo impedirá.
Porque no le importa lo que sientes. Solo busca su placer.
Solo grábate bien: tú no eres culpable de nada. Porque la infidelidad es una cuestión de valores. De respeto. De amor propio y amor por los demás.
Quien no puede amarse a sí mismo no puede sentir tener por los demás. Así que entiende que lo mejor que puedes hacer ante estos casos es alejarte con tu dignidad en manos.
La infidelidad es un asunto de valores y de respeto hacia uno mismo y a la persona que decidió confiar en nosotros, entregándonos su amor y su tiempo.
Cuando una persona decide ser infiel, es porque eso es lo que piensa que le dará satisfacción inmediata.
¿Por qué alguien decide ser infiel?
La frustración, la necesidad de sentirse amado o amada, la búsqueda de afectos o simplemente el desamor, pueden estar detrás de una infidelidad.
También la falta de comunicación en la pareja, de autoestima y de cuidado de la relación son factores protectores de la fidelidad, pero no son infalibles.
Otro de los factores puede ser la búsqueda de sensaciones nuevas. O emociones que cambien la rutina. Dicho en otras palabras, el aburrimiento puede llevarles a engañar a la pareja.
¿Se puede superar una infidelidad?
Las infidelidades no se perdonan ni se olvidan, y tampoco se curan de la noche a la mañana. El dolor no deja de sentirse de un momento a otro.
Te habrás dado cuenta de que por fin perdonaste a tu pareja cuando ese dolor que sentías ya no existe, y entonces podrás volver a confiar.
Pero antes de tomar la decisión de perdonar, considera si realmente vale la pena esa relación. Piensa si esa persona te hace feliz o si solamente se la pasa trayendo problemas y discusiones.
En este artículo te cuento más a fondo: ¿Se puede perdonar una infidelidad?