Trabajar en un buen ambiente laboral nos permite desarrollarnos y aprender. Sin embargo, un ambiente laboral tóxico puede afectar no solo nuestra comodidad en el trabajo sino afectar nuestra salud.
Las personas pasamos muchas horas en el trabajo, por lo que esta actividad ocupa una gran parte de nuestras vidas.
Ser feliz en el trabajo mejora nuestra autoestima e influye positivamente en nuestra satisfacción vital.
Sin embargo, si trabajamos en un ambiente laboral tóxico nuestra salud se puede ver afectada.
¿Cómo saber si nuestro trabajo es tóxico?
Las responsabilidades que debemos cumplir en nuestros centros laborales nos exigen un alto rendimiento que puede ocasionarnos un cierto nivel de estrés.
Un poco de estrés en realidad es bueno para nosotros:
El tipo de estrés que libera hormonas para ayudarnos a sentir el peligro y prepararnos para reaccionar ante una amenaza inmediata.
Pero el estrés crónico es una historia completamente diferente. Cuando es excesivo, puede ser psicológica y físicamente debilitante y provocar graves enfermedades.
Estudios demuestran que nuestra salud puede sufrir complicaciones considerables si convivimos en un ambiente laboral tóxico.
Según la Dra. Melissa Hughes, autora de “Happy Hour With Einstein”, el estrés puede literalmente «matar sus células cerebrales e impedir su capacidad de aprender, resolver problemas, pensar críticamente, recordar cosas y tomar decisiones».
El estrés es especialmente frecuente y problemático en los lugares de trabajo tóxico. En estos lugares las personas no se sienten cómodas ni en confianza con sus compañeros o su propio jefe.
Las malas relaciones, la poca comunicación, entre otros factores, pueden desencadenar que no nos sintamos a gusto en nuestro lugar de trabajo.
Existen diferentes señales que indican que estamos en un ambiente laboral negativo y te advierten que debes tomar medidas para que esto no afecte a tu bienestar general.
1. Chismes:
Los chismes en el lugar de trabajo son comunes, pero los chismes implacables destinados a dañar una reputación y dar un giro negativo a las cosas tienen efectos perjudiciales tanto para las personas involucradas como para la organización en general.
Usted debe estar atento a los grupos de empleados descontentos que actúan activamente su infelicidad y crucifican a sus compañeros, la dirección y la dirección de la empresa.
2. No te sientes parte de la empresa:
Los psicólogos organizacionales son expertos en medir el nivel de satisfacción de los trabajadores dentro de la empresa.
Para ello utilizan distintas variables que le permiten interpretar cómo se siente un trabajador respecto a la organización y el trabajo que realiza.
Los trabajadores que están más satisfechos rinden más y, por tanto, la empresa también sale ganando porque los resultados también mejorarán.
Por desgracia, hay muchos empresarios o directores de empresas que solamente tienen números en su mente. Por lo que le dan poca importancia al capital humano de la organización y al bienestar de sus trabajadores.
3. Mala relación con el jefe:
Uno de los grandes problemas que podemos encontrar en las empresas es la mala relación entre los empleados y los superiores, que, de hecho, es uno de los grandes generadores de estrés.
Esto ocurre porque una sola persona (de rango superior) ejerce una gran influencia sobre un grupo de personas, por lo que los problemas no solo son a nivel individual sino también grupal y organizacional. Un estilo de liderazgo deficiente va a crear un ambiente laboral tóxico, en el que, por ejemplo, todo un departamento puede sufrir las consecuencias.
4. Problemas con los compañeros de trabajo y falta de trabajo en equipo:
Si bien es cierto que los compañeros de trabajo pueden tener un efecto positivo en la reducción y la amortiguación del estrés laboral, pueden generar situaciones conflictivas también.
Por tanto es una variable que siempre se tiene en cuenta a la hora de medir el nivel de satisfacción de los trabajadores por parte de los expertos en salud laboral.
5. Mobbing:
En algunos casos, además, pueden ocurrir fenómenos tan negativos para las organizaciones como el mobbing, que es el acoso psicológico que ocurre dentro de una empresa.
Dicho de otro modo, es el bullying en el trabajo.
El mobbing puede darse en varios niveles: entre compañeros de trabajo, de subordinado a superior (donde esta última es la víctima) o de superior a subordinado.
6. Malas condiciones laborales:
Y no hay nada más desmotivador que las malas condiciones laborales, que se han incrementado en los últimos años debido a la crisis. Hay muchos trabajadores que soportan malas condiciones de laborales (exceso de trabajo, contratos precarios, etc.) para no perder el empleo.
Esta presión añadida y el miedo a poder ser despedido en cualquier momento puede causar irritabilidad, dificultad de concentración y gran ansiedad, entre otros síntomas perjudiciales.
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