No puedes amar a nadie si no sientes amor por ti mismo.
La lógica es simple: Si no tenemos nada qué ofrecer, entonces sólo estamos buscando rellenar huecos con la atención y afecto de alguien más.
Estamos siendo egoístas y solo pensamos en satisfacer nuestros propios intereses o huecos emocionales.
Empieza por rellenar esos vacíos con amor propio, quiérete y respétate. Enséñate a valorar los detalles que te hacen ser único e irrepetible. Y cuando menos te lo esperes, llegará ese amor que vea tus defectos y virtudes y te ame. Pero primero, ámate tú.
¿Cómo puedes exigir un amor que no estás dispuesto a entregar? ¿Qué va a pasar cuando esa persona se vaya junto con todo el amor que le tenías?
Es evidente: Te vas a quedar sin nada y de nuevo estarás buscando otro amor al cual darle el amor que buscas recibir.
El amor propio es ese libro que todos deberíamos de leer. Es un estado mental y emocional.
El amor propio es fundamental para sentirnos bien con nosotros mismos. Por eso es que es tan importante. Ya que influye en la forma en que nos relacionamos con los demás, en la imagen que proyectamos en el trabajo y en el modo en que hacemos frente a los problemas.
Cuando una persona tiene autoestima reconoce que la vida puede ponerle ciertas pruebas en el camino y que como ser humano está sujeto a equivocarse.
Pero también recae en él la responsabilidad de ir cortando relaciones o situaciones tóxicas que le resten amor y energía a su individualidad. Porque a pesar de estar en una relación, no significa que se vayan a combinar para ser una sola persona de 8 extremidades.
Por eso es que no puedes amar a nadie si no tienes amor propio por ti.